18.6.07

jUlIuS.y.EtHeL.rOsEnBeRg. ((AmOr.TrUnCaDo.*))



Nota redactada por: Ariana, lopez marth.


“Somos las primeras victimas del fascismo norteamericano”
Ethel Rosenberg

Era un matrimonio común. Dos personas enamoradas, que vivían una vida anónima dentro de ese gigantesco país, que es Estados Unidos. Ni ellos mismos podían imaginar que su vida sufriría un vuelco tan grande y brutal, y la muerte fuera a truncar su felicidad. Los absurdos nunca se prevén y mucho menos se esperan.

"Venimos de un medio humilde y somos humildes. De no haber sido por las acusaciones criminales en contra nuestra, habríamos vivido nuestras vidas sencillamente, como la mayoría de las personas, desconocidos para el mundo, salvo para aquellos pocos cuyas vidas se entrecruzaron con las nuestras."
Fragmento de la Petición de Clemencia Ejecutiva de los Rosenberg.

Ambos vivían en el mismo barrio, provenían de familias judías y asistieron a la misma escuela, no obstante sus miradas no se encontraron hasta años más tarde. Corría el año 1936 y ambos, por separado ya tenían una activa participación en diversas actividades laborales y políticas, ella trabajaba en una fábrica y el estudiaba ingeniería. El señalado día en que se conocieron habían asistido a un acto para recoger fondos para la Internacional Seaman´s Union, y ella cantó en la parte cultural.
Así recordaba ella esta bella etapa de sus vidas.

"27 de mayo de 1951
Queridísimo Julie:

Jamás podremos olvidar la turbulencia y la lucha, la alegría y la belleza de los primeros años de nuestras relaciones cuando me enamorabas. Juntos tratábamos de encontrar repuesta a todos los enigmas aparentemente insolubles que nos presentaba una sociedad compleja y endurecida. Esas respuestas han soportado la prueba del tiempo y el cambio."

A pesar de todas sus actividades, ella encontró un tiempo y mecanografió todos los informes académicos para que Julie pudiera graduarse de ingeniero en el City Collage de Nueva York. Después de graduado, se casan el 18 de junio de 1939.y a partir de este momento ella se une a la sección femenina auxiliar del sindicato de la Federación of Architects, Engineers, Chemists and Technicians (FAECT) al que pertenecía su esposo. Allí recaudó fondos para los niños huérfanos de la Guerra Civil española.

En 1940 el matrimonio encuentra trabajo en Washington, y regresan en 1941 a Nueva York, al obtener Julie un empleo mejor remunerado. Ethel se convirtió en la única voluntaria de tiempo completo de la Liga de Defensa del Este, primera organización de defensa civil a nivel de barrio que paso a ser un ejemplo para la creación de otras organizaciones similares en todo el país. Por este trabajo recibió una carta de elogio de Eleanor Roosvelt. Allí organizaba campañas de donaciones de sangre y pronunciaba discursos a favor del esfuerzo de guerra. Pero cuando en 1942 queda embarazada, comenzó otra etapa de su vida, se volcó totalmente a prepararse para recibir a su primer hijo, estudió psicología infantil, aprendió a tocar guitarra con el fin de cantarle a su hijo y sus actividades políticas finalizaron al nacer Michael, el 10 de marzo de 1943.
Al mismo tiempo Julie sí continuo con las labores políticas, hasta 1945 y dirigió sus esfuerzos en trabajar para obtener la reposición de sus empleos a aquellos miembros del FAECT que habían sido despedidos por supuestas afiliaciones al partido comunista, hasta que fue despedido por la misma acusación.. En 1946 decide abrir su propio negocio de maquinarias a donde va después del licenciamiento del ejecito su cuñado David Greenglass. En 1947 les nace su segundo hijo Robby y ella se dedica por entero a la labores domesticas.
Desde el término de la guerra hasta el año 1950 viven una vida tranquila, dedicados a la educación de sus hijos rodeándolos con cariño de padres amorosos, pero ninguno de los dos pudo predecir que su vida en este año cambiaría, tomando un peligroso giro que los llevaría a la separación definitiva de sus hijos, y la injusta muerte.


El 3 de febrero de 1950, se desataría la cacería, con la confesión del científico británico, Klaus Fuchs de haber sido él quien entrego la información atómica a la Unión Soviética. La punta de la cuerda ya estaba lista y así van tirando de ella hasta que el 15 de junio el hermano de Ethel, David Greenglass firma una confesión en la que afirmo haber sido el cómplice del químico norteamericano Harry Gold, contacto de Klaus, en los años 1944 y 1945.
Por consecuencia Julius es arrestado el dia 17 de julio del mismo año y acusado de haber reclutado a su cuñado para una red de espionaje soviética en los finales de 1944, y un mes más tarde arrestan a Ethel bajo los cargos de espionaje junto a su esposo, su hermano y el científico Gold. Todas las víctimas estaban seleccionadas, se necesitaban unos culpables para justificar el anticomunismo.
Entre las pruebas se mencionaba una mesa que el hermano de Ethel y su esposa en el juicio dijeron que los soviéticos se la habían regalado al matrimonio Rosenberg y que contenía una sección hueca para ocultar los microfilms. Dicha mesa no fue mostrada en el juicio y luego del mismo cuando fue encontrada y fotografiada, un comerciante de la tienda Macy`s la identifico como vendida por 21 dólares. La mesa no tenía ningún compartimiento secreto.
Cartas de Julius y su esposa al otro día de ser ella arrestada.

"12 de agosto de 1950
Queridísima Ethel,
Anoche oí la noticia por la radio y después de agotadores esfuerzos por verte o comunicarme contigo, me han dado permiso para escribir esta carta. Hazme saber lo antes posible como te sientes. ¿Cómo están los niños? ¿Se ha dispuesto algo para ellos?...Conserva la serenidad.
Con todo mi amor,
Tu Julius."

"12 de agosto de 1950
Mi querido Julie,
Ya debes saber lo que me ha ocurrido y por qué te escribo desde la cárcel de mujeres. Querido desearía poder decirte que me mantengo serena, tranquila y ecuánime, pero la realidad es que he derramado muchas lágrimas de angustia por los niños…
Mi corazón clama por ti y por los niños… Ahora todo resulta más duro que antes porque ambos sabemos que ninguno de los dos está libre para cuidar de nuestros seres queridos.

Cariño, todas las noches antes de dormirme hablo contigo y lloro porque no puedes oírme.

Para ti, amadísimo mío, todo mi amor y mis más fervientes pensamientos.
Te amo.
Ethel"

Años más tarde el agente del FBI encargado de interrogar a Gold después de su arresto sugirió que fue él quien insinuó el nombre de “Julius” como el señalado en la contraseña de la conspiración. En un principio, en las conversaciones con su abogado Gold había dicho que esta era “vengo de parte de Benny”.Así como las fotografías enseñadas por la familia Greenglass, como de pasaporte y para asegurar que ellos habían sido apremiados por Julios para abandonar el país también resultaron falsas. Afirmación confirmada por el propietario del estudio fotográfico, quien aseguro que las mismas eran de tamaño forma y posición no adecuadas para los requerimientos del pasaporte.
A pesar de todas estas mentiras la familia de Ethel se puso firmemente al lado de su hermano. Su madre la visitó muy pocas veces y con un tratamiento especial por lo que ella enseguida se dio cuenta que este era un plan del gobierno para presionarla a que variase su declaración de inocencia.
En el libro “Seremos reivindicados por la historia”, en relación a este tema, Michael, el hijo mayor escribe:
Entonces no comprendía la posición auto protectora de la familia, o sea, para ellos Julios tenia la culpa del problema en que se había metido David, y Ethel era culpable porque se había negado a hablar. Los Greenglas se unieron con David y Ruth. Esto puede explicarse, en parte, por el deseo de los Greenglas de verse asociados con personas que cooperaban con el gobierno y no aquellas personas a quienes el Gobierno y los periódicos vituperaban. Y en parte por el hecho que mi madre, como única hija, era muy subestimada por su familia.

"28 de Octubre de 1950
Querido mío,
Hoy me siento muy débil en lo que atañe a mi comportamiento emocional; perdóname, por favor. Esta situación hace estragos en mí cuando de los niños se trata. Piensa que este viernes hará once semanas que ví a nuestros hijos por última vez. Increíble, inimaginable, descorazonador. ¿Qué hemos hecho para merecer semejante desdicha? Hemos vivido una existencia honrada, constructiva.
(…) ¿Sabes tú lo mucho que te quiero?, Te suplico cielo mío, que seas fuerte por mí…
Amorosamente,
Ethel"

Y así mismo fue, él tuvo que ser fuerte por ella y por sus hijos, por él mismo y por defender la verdad, luchar contra la injusticia y la mentira y por todas aquellas personas de bien que desde el primer momento se dieron cuenta de la infamia y los apoyaron, y les brindaron su solidaridad. Al terminar una entrevista con su abogado, quien le leyó varias cartas de respaldo y aliento, Julios le escribe a su esposa.

"4 de Noviembre de 1950
Amor de mi vida,
(…) Me conmoví hasta las lagrimas al escuchar cartas tan tiernas y compasivas de gentes buenas con sentimientos humanos.(…) Me siento muy cerca de ti, y te amo con todos mis sentidos. En esta hora de nuestra mayor necesidad, es realmente inspirador ver la prueba visible de un apoyo concreto de tantas personas sencillas. Es cierto que no estamos solos. Hay una tremenda reserva de gente buena en nuestra tierra, quienes velaran porque se conozca la realidad y por que se nos haga la justicia a que tenemos derecho… ¡Cuanto ansían mis brazos tenerte! Que afortunado soy en tener por esposa a una mujer tan apreciada y maravillosa como tu. Estoy orgulloso de ti, y es por tu bien que quiero que estemos en casa con nuestros hijos.
Julius"

Ese orgullo continuó durante los tres restantes años, en que duró la pesadilla, porque ya la infame maquinaria montada por que gobierno de E.E.U.U, una vez arrancada no iba a ser parada por nada ni por nadie.


"30 de diciembre de 1951.
Mi adorable esposa,
Cuando recibas esta carta un año muy malo para nosotros habrá pasado a ser historia. Se ha logrado cierto progreso al organizar una campaña para que se nos haga justicia, pero ese progreso aún es muy poco y muy lento. Como soy realista, estoy plenamente consciente del gran esfuerzo que se requiere para contrarrestar la inercia paralizante que el Departamento de Justicia ha infundido al pueblo norteamericano. Con coraje, al que se suman confianza y esperanza, te deseo un feliz Año Nuevo, mi amor.
(…)
Amor mío, resarciremos a nuestros hijos de todo lo que les ha sido negado. Te repito una vez mas que en el año entrante seguiré viendo en ti mi sostén, mi inspiración y todo lo que es hermoso para mi en la vida.
Con todo mi corazón,
1952-MIS MEJORES DESEOS – AMOR – FELICIDADES – LIBERTAD - ¡PAZ!
Julie."

Así escribía el esposo a su amada sin imaginar que apenas comenzado el año 1952, conocerían la triste noticia de que el Tribunal de Apelaciones del Circuito había rechazado la apelación presentada por ellos. Imposible es imaginar cuantos sentimientos se agolparon en los corazones de los reos, es incalculable hasta donde llegó la desesperación por el futuro de sus hijos, y inenarrable el tormento de verse separados por la impenetrable muerte.

"26 de febrero de 1952.
Cariño,
Amor mío, anoche a las 10 en punto oí la espantosa noticia. En estos instantes, carente casi por completo de elementos a los cuales atenerme, me resulta difícil hacer algún comentario, como no sea una expresión de horror ante la prisa con que el Gobierno parece estar presionando para precipitar nuestra muerte. No cabe duda que esto demuestra que todo el análisis hecho por nosotros en relación con la naturaleza política de nuestro caso ha sido asombrosamente correcto.
…; mientras tanto estoy tan atormentada, como también debes estarlo tú.
Cariño si tan solo pudiera consolarte de verdad. Te amo tanto.

Tu fiel esposa,
Ethel."

El centro de las cinco pruebas presentadas por el fiscal para argumentar la culpabilidad, eran unos esquemas dibujados de memoria por el hermano de Ethel seis años después de que según argumentó se los había entregado al agente Gol. Dichos croquis representaban la bomba de implosión de Nagasaki, y de los lentes empleados para hacer detonar la misma. A lo largo de todo el juicio ella fue presentada por el fiscal como una persona importante en la conspiración, al mecanografiar las notas de Julie. Ninguna de estas notas se presentaron en el juicio. Como Ethel amparándose en la quinta enmienda, no contesto ninguna de las preguntas ante el gran jurado y si declaró en el juicio, utilizaron este cambio totalmente legal para argumentar que ella tenía algo que ocultar.
Todo el proceso fue amañado y sin lógica, pruebas arregladas, argumentaciones irreales, y testigos comprados o amenazados, configuraron este injusto juicio que solo intentaba darle al pueblo norteamericano una muestra de cómo se luchaba en su país contra el comunismo, como se debía castigar a los traidores, y para mejor ilustración del porqué fue condenado el matrimonio Rosenberg las palabras de Carlos Rafael Rodríguez:

Julius y Ethel Rosenberg murieron porque los protagonistas del macarthismo creían – ciegos ante la historia- que su muerte iba a servir para acobardar a quienes en Estados Unidos no se resignaban a continuar soportándolos.

En la petición de clemencia enviada por Ethel Rosenberg al Presidente de los Estados Unidos, ella declara abiertamente su inocencia y su valiente posición.


"No somos mártires ni héroes, ni aspiramos a serlo. No queremos morir. Somos jóvenes, demasiado jóvenes, para la muerte. Ambos anhelamos ver crecer a nuestros dos pequeños hijos, Michael y Robert, hasta que lleguen a ser hombres. Deseamos, con cada fibra de nuestro ser, que nos restituyan en algún momento al lado de nuestros hijos para reanudar la armoniosa vida familiar que disfrutamos antes de la pesadilla de nuestros arrestos y condenas. Deseamos que nos reintegren algún dia a la sociedad donde podamos contribuir con nuestras energías a construir un mundo en el que todos tengan paz, pan y rosas.

Sí, aspiramos a vivir, pero con la sencilla dignidad que inviste sólo a aquellos que han sido honestos consigo mismo y con sus semejantes. Por lo tanto, con honradez, solo podemos decir que somos inocentes de este crimen.

Más adelante Ethel hace un análisis de todo el proceso y la debilidad de las pruebas presentadas, y acota:

Solicitamos las conmutaciones de unas sentencias que producirían la indecible tragedia de la destrucción de nuestra pequeña familia, así como habrían de sentar un precedente para el abandono, en Norteamérica, de la apreciación civilizada del valor de la vida humana (…)"

Nada valió: ni la apelación a la sentencia interpuesta por los abogados, ni la petición de clemencia, ni la amplia y combativa solidaridad que se gestó dentro de Estados Unidos y rebasó sus fronteras atrayendo a todas las personas honesta del planeta. El 18 de junio, aniversario de boda de los esposos Rosenberg, se llevaría a cabo la ejecución.

"31 de mayo de 1953
Ethel querida,
¿Qué le escribe uno a su amada cuando se enfrenta a la siniestra realidad de que se ordenó quitarles la vida en dieciocho días, en el 14 aniversario de sus bodas? La proximidad de la hora más negra de nuestras penas y el grave peligro que nos amenaza exigen todo el esfuerzo de nuestra parte para evitar la histeria y el falso heroísmo…
(…)
Todo el amor que hay en mi es tuyo,
Julie."

En carta a su abogado, Ethel refleja la misma congoja que su esposo ante la inminente fecha:

"11 de junio de 1953
(…)
Haz algo, Manny, haz el esfuerzo. Me parece imposible que nuestro aniversario de bodas se permita una crudeza tan monstruosa como nuestra ejecución. Pero, en fin, soy una persona incurable tonta que no puede comprender como los hombres pueden parecer hombres ¡ y no ser más que demonios sádicos disfrazados (…)
Ethel."

No obstante, los esfuerzos continuaron y el 17 de junio el juez concede el aplazamiento de la ejecución hasta que las cortes menores pudieran decidir nuevas cuestiones presentadas por la defensa. Pero el 19 de junio la Corte Suprema veta el aplazamiento, y el Presidente Eisenhower niega clemencia nuevamente, y en este dia son ejecutados los esposos Rosenberg. Se consumaba otro crimen en la historia de los Estados Unidos.

Aquí aparece, de nuevo, la justicia norteamericana, que produjo los “Mártires de Chicago”, sobre los cuales dejo Marti paginas inolvidables; la que condenó antes de Sacco y Vanzetti y a los “Negros de Scottsboro”; la que no pudo arrebatarnos, en esta época en que la conciencia popular maduró mucho más en Estados Unidos, a Ángela Davis.

Estas palabras de Carlos Rafael Rodríguez cobran vigencia en estos días en que una vez más la llamada “justicia norteamericana”, ha sido fiel a su historia de infamia, manteniendo presos a nuestros cinco héroes cubanos, víctimas de un juicio amañado, al estilo Rosenberg, donde las pruebas no se sustentan, y donde no se tiene en cuenta la realidad de los hechos, sino los intereses mezquinos de los grupúsculos anticubanos. Todas estas manipulaciones han dado lugar a que cada dia se levanten más y más voces en el mundo para exigir la liberación de nuestros hermanos, y que hasta jueces norteamericanos fuera del estado de la florida, reconozcan la arbitrariedad de las sentencias impuestas,

"Deseamos que nos reintegren algún dia a la sociedad donde podamos contribuir con nuestras energías a construir un mundo en el que todos tengan paz, pan y rosas.

Ethel."

1 comentario:

Anónimo dijo...

bonjour, hola! gracias por su visita